La transparencia en la comunicación institucional no se limita a cumplir unos ítems en una página web. Los ciudadanos se informan a través de muchos más canales: medios de comunicación convencionales, redes sociales, publicidad, boletines, etc.
En la comunicación institucional el protagonista debe de ser el ciudadano y no el político de turno.
¿Se imaginan a Zapatero bajando de una ambulancia para atender a un accidentado en la campaña de Seguridad Vial de la DGT?, o a Rajoy, en la campaña de la Agencia Tributaria, delante de un túnel del AVE diciendo “los impuestos sirven para esto”, o a Sánchez, tan dado al autobombo, encima de un tractor dando a conocer a agricultores y ganaderos cómo solicitar las ayudas europeas o las del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria). La Ley no lo permite.
La Ley de Publicidad y Comunicación Institucional, de 2005, textualmente, dice que “…Se garantiza así que las campañas sirvan a sus destinatarios legítimos, que son los ciudadanos, y no a quien las promueve”.
Lástima que su aplicación sólo afecte a la Administración General del Estado y no a los Ayuntamientos, aunque sería una buena guía, al menos para Las Rozas.
No queremos dar ideas al alcalde De la Uz para su campaña promocional personal de los meses que nos quedan hasta las elecciones municipales de mayo, pero…átense los cinturones.
En el Pleno Municipal de Octubre propusimos crear un Departamento de Comunicación independiente del Gabinete de Alcaldía para:
– Diferenciar lo que es propaganda/marketing político personal o partidista de lo que es comunicación institucional.
– Disponer de un equipo de comunicación que considere a toda la corporación del Ayuntamiento, no solo al alcalde.
– Mejorar la comunicación interna: la oposición que, en su conjunto, representa a la mayoría de los votantes, no debe enterarse de las noticias del Ayuntamiento o actos institucionales por las redes sociales.
– Cumplir con todos los supuestos de la Ley de Transparencia y Participación manteniendo actualizada toda la información.
La moción se aprobó por mayoría: solo el PP votó en contra. Obviamente “las ranas no van a votar que se seque el charco”, pero ¿respetará De la Uz lo aprobado por el Pleno? Estamos seguros de que no.