A finales de julio llegaba a los domicilios un folleto en el que se anunciaba el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Las Rozas. Iniciaba así el periodo de información pública (vaya fechas para iniciarlo) que terminará el 28 de octubre, final del plazo para presentar sugerencias y propuestas.
Veremos lo “permeable” o no que será el PP a tales sugerencias, pero, democráticamente hablando, no parece de recibo que Las Rozas que queremos para dentro de 10, 20 o 30 años la decida exclusivamente un partido que, además, en el momento actual, no cuenta ni siquiera con la mayoría absoluta del Pleno Municipal.
En 9 meses habrá Elecciones Municipales. Sin duda, el acto de depositar el voto el día electoral es un hecho trascendente para cualquier régimen democrático, pero la participación de la ciudadanía en ese régimen no debe de estar limitada a un momento cada cuatro años. Aprobar un nuevo PGOU es un momento clave para el futuro de Las Rozas y debería contar con la mayor participación y consenso posible.
Ahora toca pensar, analizar con espíritu crítico y decidir qué ciudad queremos para los próximos decenios: en el avance del PGOU, hablando de las “Necesidades de Vivienda” se afirma, textualmente, que hay una “alta demanda de vivienda existente en el municipio, como consecuencia, entre otros aspectos, de su alto grado de accesibilidad metropolitana”. ¿No es el transporte el principal problema de Las Rozas?
También se pretende alcanzar los 126.061 habitantes en el año 2036, un 32% más de los actuales (La cifra de 2021 era de 94.862) ¿Es esto lo que queremos?
Cierto es que en los últimos Presupuestos Municipales que el PP tuvo a bien presentar (los del año 2021), la venta de suelo público más la recaudación por el IBI sumaban un 35% de los ingresos, pero ¿Es la necesidad de más ingresos lo que debe motivar el crecimiento de Las Rozas?
Desde Ciudadanos os invitamos a participar y a acompañarnos en el diseño de Las Rozas que queremos para el futuro.